Programa Vida Nueva: Experto USACH afirma que reforzar lazos familiares es primordial para rescatar a jóvenes de la delincuencia

Hay estudios que demuestran que las personas que tienen más probabilidades de caer en la delincuencia, son aquellas que provienen de hogares fracturados o cuyo en torno provienen del delito. Historias que se materializan con casos como el "Loquín" y el "Cisarro". El investigador de la USACH, Dr. Mauricio Olavarría, se refiere a este tema.
 
Un programa abocado a los niños menores de 14 años que están en riesgo social, será la iniciativa que pronto dará a conocer el Presidente Sebastián Piñera. El programa estará basado en la experiencia del "Youth Justice Borrad" del Reino Unido, donde los jóvenes que poseen problemas tienen la posibilidad de recibir un tratamiento y ayuda de un equipo multidisciplinario.
 
Para poder implementar esto, un grupo de expertos chilenos viajó al extranjero recogiendo la experiencia necesaria. Con esta modalidad de trabajo se incorporarán otros organismos estatales, como el Sename, la Subsecretaría de Justicia, Conace y la División de Seguridad Pública.
 
El investigador de la Universidad de Santiago de Chile y Dr. en Políticas Públicas, Mauricio Olavarría, señala que este programa no constituye una novedad, pues esas iniciativas se desarrollan desde comienzos de la década de los noventa, pero es un buen paso para tratar de solucionar los conflictos que involucran a los jóvenes y la delincuencia.
 
"Este, es sin duda, uno de los caminos que hay que abordar. El punto es poder enfrentar los temas delictuales", comenta el académico. Para desarrollar este trabajo existen dos tipos de intervenciones: la prevención social y la prevención situacional", explica.
 
El especialista hace énfasis en la prevención social, pues ésta apunta a cambiar el curso de la vida de personas que están relacionadas con el mundo de la delincuencia. "La idea es dar una posibilidad para que las personas desarrollen una vida licita, potenciando sus capacidades y generando oportunidades que los aparten del delito", comenta.
 
Respecto a la idea de proporcionar tratamientos a la medida de cada paciente, producto del trabajo multidisciplinario que se desea desarrollar, el autor de la investigación "Estudio Nacional sobre Costos Humanos, Sociales y Económicos de la droga en Chile, en el año 2006", plantea que la mayor complejidad es la coordinación que debe establecerse entre las distintas unidades gubernamentales.
 
"Cuando participa más de una agencia el punto central es la coordinación y poder compenetrar a cada una de las organizaciones el rol que le corresponde al interior del programa. Ahí hay un tema que se ha tratado de avanzar, simplemente porque cada organismo tiene sus tradiciones burocráticas. Cada unidad tiene sus objetivos y entran en conflictos normalmente", resalta.
 
Para el Dr. Olavarría las tareas pendientes en esta materia son en primer lugar, identificar a los jóvenes en estado de vulnerabilidad; en segundo lugar, ampliar las capacidades y políticas de expansión del capital humano. Lo anterior, está ligado con la necesidad de que las escuelas puedan retener a los estudiantes más tiempo en sus dependencias y que el personal que este a cargo esté comprometido con este tema.
 
El investigador de la USACH resalta la relevancia de reafirmar los lazos familiares, pues existen estudios que demuestran que las personas que tienen más probabilidades de caer en la delincuencia, son aquellas que provienen de hogares fracturados o en su en torno que provienen del delito.
 
Finalmente, el Dr. Mauricio Olavarría, resalta la necesidad de poseer una estructura de oportunidades, es decir, "que estas personas tengan la posibilidad de ganarse la vida lícitamente. Tener una estructura de trabajo que le permita generar competencias de trabajo, para cortar el circuito de la droga", plantea.
 
Por Valeria Osorio U.