Académica expone ante la ONU el valor de las lenguas indígenas

La experta en metodologías de la enseñanza de lenguas indígenas y gran defensora de ellas, Elisa Loncon Antileo, académica de nuestro Plantel, se refirió al estado actual en que se encuentran las lenguas originarias en nuestro país, en el marco de una convocatoria internacional organizada por el Secretariado del Foro Permanente de Asuntos Indígenas, de la Organización de las Naciones Unidas, ONU, en Nueva York.
 La profesora destacó que las lenguas forman parte de los derechos humanos fundamentales y que como vehículo de cultura “permiten el cultivo de la identidad y posibilitan la práctica intercultural, a través del diálogo”.
 
Por Marco Fajardo Caballero, periodista Dpto. de Educación 
 
La experta en metodologías de la enseñanza de lenguas indígenas y gran defensora de ellas, Elisa Loncon Antileo, académica de nuestro Plantel, se refirió al estado actual en que se encuentran las lenguas originarias en nuestro país, en el marco de una convocatoria internacional organizada por el Secretariado del Foro Permanente de Asuntos Indígenas, de la Organización de las Naciones Unidas, ONU, en Nueva York.
 
La profesora destacó que las lenguas forman parte de los derechos humanos fundamentales y que como vehículo de cultura “permiten el cultivo de la identidad y posibilitan la práctica intercultural, a través del diálogo”.
 
Su intervención la realizó en el encuentro “Los idiomas indígenas: conservación y revitalización, artículos 13, 14 y 16 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas”.
 
También intervinieron el presidente del Mecanismo de Expertos sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, el ruso Alexey Tsykarev, así como especialistas de países Australia, Bangladesh, Estados Unidos, Bolivia y Sudáfrica.
 
Lengua como derecho humano
 
En su presentación, Elisa Loncon se refirió “al estado de las lenguas originarias, su presente y futuro, las tensiones y desafíos que implica el proceso de revitalización de las lenguas en condiciones de diglosia, que convive con una lengua hegemónica, el castellano”, y entregó recomendaciones para la revitalización de las lenguas a los organismos de las Naciones Unidas.
 
“Soy mapuche de Chile, nacida en una comunidad Lefweluan: lugar donde corren los guanacos, Novena Región, Chile. También soy hablante de mapuzugun, lengua originaria de Chile y de Argentina, que tiene cerca de 150.000 hablantes, correspondiente al 10 diez por ciento aproximado de la población mapuche de Chile”, señaló.
 
La académica destacó que las lenguas forman parte de los derechos humanos fundamentales y que como vehículo de cultura “permiten el cultivo de la identidad y posibilita la práctica intercultural, a través del diálogo con el otro, posibilitando el intercambio de conocimientos, la comunicación, todo lo cual es imposible sin la lengua”.
 
Vulneración y resistencia
 
Elisa Loncon lamentó que a pesar de su importancia para el conocimiento humano, “las lenguas originarias han sido vulneradas, la misma historia de despojo de los derechos indígena ha caído sobre las lenguas y hoy viven momentos complejos y difíciles de sobrellevar”, también en Chile, donde hay nueve lenguas indígenas -aymara, quechua, rapanui, mapudungun, yagan, selknam, kawesqar likan antay y diaguita-, pero sólo un 12 por ciento de la población habla y entiende lengua indígena.
 
Al mismo tiempo, “también han conquistado espacios ricos en experiencias y de resistencia cultural, a través de diversas estrategias de sobrevivencia, emprendiendo acciones creativas intracomunitarias, que les han permitido permanecer, iniciativas de empoderamiento de las lenguas que proyectan un futuro más esperanzador”.
 
“La pérdida de las lenguas implica pérdida del conocimiento. Y así como la especie humana se está poniendo en peligro por la destrucción de la diversidad biológica, también se expone al peligro, por la pérdida de diversidad de conocimientos”, indicó Loncon, citando a la lingüista estadounidense Leanne Hinton.
 
Falta de reconocimiento
 
Y Chile aunque es un país culturalmente diverso, oficialmente la diversidad no ha sido asumida por todos los chilenos, según la académica, si bien admite que recientemente hay algunas políticas públicas destinadas a promover las lenguas indígenas.
 
“Unos de los grandes problemas que afectan a las lenguas originarias en Chile es la falta de reconocimiento de los Derechos Lingüísticos de los pueblos, y este es un problema generalizado en el continente”, indicó.
 
Elisa Loncon destacó que en la revitalización de la lengua es importante considerar el papel de las mujeres indígenas, porque ellas representan el 50 por ciento de la población de cada uno de los pueblos, aunque su liderazgo todavía no es reconocido debido a la cultura machista que ha traspasado a las sociedades indígenas.
 
También señaló como iniciativas innovadoras los internados lingüísticos en las comunidades, que son iniciativas autónomas impulsadas por jóvenes indígenas junto a educadores indígenas tradicionales quienes auto gestionan recursos y se organizan para acercar a los joven al habla real de las comunidades indígenas campesinas; además de la serie de televisión “Lenguas indígenas”.
 
Recomendaciones
 
La académica formuló algunas recomendaciones para mejorar la situación, como la importancia “de los Estados, del sistema de las Naciones Unidas, para apoyar la supervivencia, la revitalización, el uso y promoción de las lenguas indígenas, partiendo por apoyar las demandas autónomas de los pueblos”.
 
“En Chile se necesita que el Estado-Gobierno promulgue la Ley de Derechos Lingüísticos que está en el Parlamento. Pedimos el apoyo de las Naciones Unidas para que recomiende expresamente al gobierno de Chile que se promulgue la Ley de Derechos Lingüístico, presentada al Congreso y elaborada por los propios pueblos con su libre consentimiento”, dijo.
 
También recomendó que la ONU despliegue una campaña internacional por los Derechos Lingüísticos de las Naciones Originarias; la creación de Institutos de Lenguas Indígenas en los diferentes Estados con población indígena; y un programa de apoyo académico para los especialistas académicos indígenas, lingüistas, antropólogos, médicos, ingenieros y otros que incentive el trabajo de investigación vinculado con sus comunidades de origen.
 
Otro consejo es tener una política con fondos económicos o soporte de divulgación para el fomento del arte indígena; un apoyo a las políticas de Educación Intercultural Bilingüe para todos, no sólo para indígenas; un apoyo a la creación de las Universidades Interculturales y a proyectos académicos que promuevan la pluralidad epistémica y la descolonización del saber; y la creación del Día Internacional de la Escritura Indígena, “que releve desde el uso de los códices, la pintura rupestre hasta la creación y producción literaria y científica en lenguas indígenas, y que permita la difusión escrita de las obras fundacionales, clásica del pensamiento indígena, de la filosofía de los pueblos originarios hasta los hallazgos científicos de los mismos, como la autonomía”.
 
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