Crisis económica: Acuerdo de aumento del límite de endeudamiento en EEUU daría respiro a los mercados mundiales

Tras prolongados momentos de incertidumbre en los mercados del mundo, producto del endeudamiento de Estados Unidos, se ha logrado llegar a un acuerdo entre republicanos y demócratas (Cámara y Senado) para elevar el techo de la deuda, es decir, aumentar el límite de endeudamiento y desactivar riesgo de default -cesación de pagos-.
Sobre este tema el académico de la Facultad de Administración y Economía de la Usach, Francisco Castañeda, explicó que la deuda pública de EEUU, que es el conjunto de deudas que mantiene este Estado frente a particulares u otros países, “ya supera el 100% del PIB. El déficit fiscal (egresos estatales mayores que sus ingresos tributarios) anual, ha venido incrementándose fuertemente alcanzando en la actualidad un 11% del PIB”.
 
Según señala, en los últimos años los ingresos del fisco cayeron y sus egresos aumentaron, como consecuencia de situaciones anteriores que comenzaron en el gobierno de George Bush, donde se rebajaron impuestos a las grandes empresas y a los segmentos de altos ingresos, con la esperanza que estos recursos sirvieran para reactivar la economía.
 
Además, “el creciente gasto militar norteamericano sumado  a los ingentes gastos del Estado para rescatar al sistema financiero y algunas empresas emblemáticas, luego de la crisis subprime del 2008-2009, grafican la situación de esta mayor expansión fiscal. También la promesa de Obama de incorporar en el sistema de salud a aquellos que no lo estaban, ha sido también responsable de esta enorme presión fiscal”, explica el académico.
 
Si EEUU hubiese entrado en default el país habría perdido su capacidad para seguir endeudándose y, por ende, pagar todas sus cuentas, lo que habría significado elevar las tasas de interés de su deuda, generando un desahorro financiero de proporciones. Castañeda plantea que esta situación “habría implicado más dificultad de financiar proyectos privados y la caída del poder adquisitivo de su población”.
 
Antes de llegar a acuerdo entre demócratas y republicanos,  existían distintas propuestas para superar la crisis. Castañeda especifica que mientras “los demócratas aspiraban a derogar exenciones tributarias para grandes empresas e individuos de altos ingresos –medida recomendada por el FMI para sortear las crisis a mediano plazo-, dado que hay elecciones presidenciales el 2012, los republicanos inicialmente habían presentado un plan de ajuste fiscal mucho más a corto plazo, de modo de generar un costo en la popularidad del presidente Obama”.
 
“Es necesario recordar que gran parte del déficit fiscal viene heredado de la época de George Bush (campañas militares onerosas, rescate financiero con cargo al erario fiscal, y exenciones tributarias)”, añade el académico.
 
Castañeda asegura que “dada la importancia de Estados Unidos en el comercio internacional, los efectos negativos son encadenados y no ocurren de una vez. Si la economía resuelve este dilema en forma satisfactoria, y el plan de ajuste fiscal tiene costos compartidos de modo de hacerlo un plan nacional, los beneficios serán positivos”.
 
Sin embargo el mercado tiene internalizado ya un empeoramiento de la percepción del riesgo de crédito de la deuda de Estados Unidos. Esto se tradujo en una caída de la clasificación de riesgo de Estados Unidos por Standard & Poor´s, y por consiguiente en un agudo desplome bursátil, el cual ha contagiado a economías desarrolladas y emergentes, entre ellas Chile.
 
Debido a la crisis y al alto nivel de endeudamiento de Estados Unidos, “sumado a las proyecciones de que su recuperación económica seguirá siendo débil, la economía chilena tiene que seguir diversificando sus exportaciones, incorporando mayor valor agregado y fortaleciendo las PYMEs (Pequeñas y Medianas Empresas). También la autoridad deberá propender a un dólar más alto que el actual, sin que esto genere mayor inflación ni un costo fiscal tan alto”, explica el acdémico.
 
 
 
Por Tania García V.